Cuando en el Antiguo Testamento aparece el nombre de Dios, los católicos suelen transcribirlo como “el Señor” (o a veces “Yahvé”). Pero se usa “Jehová” entre algunos protestantes, y también entre bastantes evangélicos y paraprotestantes*. De hecho el nombre “Jehová” hoy en día ha quedado asociado a ciertas denominaciones, muy especialmente a quienes llevan su nombre: “Los testigos de Jehová”.
Más de una vez oímos desde ciertos sectores el argumento de que para adorar a Dios plenamente tenemos que usar su nombre “verdadero”, o sea, Jehová (o Jehovah). Esta afirmación necesitaría probar dos cosas: 1- que Dios tiene un nombre propio 2- que ese nombre propio es Jehová. Veamos ambos puntos.
[* Se llama paraprotestantes a diversas religiones surgidas del protestantismo pero que no son propiamente cristianas, aunque usen la Biblia como libro sagrado. Un cristiano tiene que creer que sólo hay un dios, que Dios es uno…
Ver la entrada original 6.562 palabras más